Una de las grandes interrogantes de quienes deciden dar los primeros pasos en el mundo digital como freelance o autónomo, es definir el precio de sus servicios. Si bien es cierto que en ese precio influyen múltiples factores, es importante conocer algunos detalles clave que te ayudarán a establecer, de forma realista, el valor de tus servicios.
Entendiendo el mercado freelance
El primer paso es entender que ser freelance es una modalidad de trabajo independiente, donde no se requiere ir a un lugar en específico para realizar tus actividades y se centra, por lo general, en el préstamo de tus servicios a terceros a cambio de una compensación.
No podemos cerrar el tema de ser freelance sin hacer la distinción de un par de temas importantes: ser autónomo y el teletrabajo o trabajo remoto.
Registrarse como autónomo es un requerimiento en algunos países como España, donde se deben cancelar impuestos especiales para prestar tus servicios.
Cuando hablamos de teletrabajo o trabajo remoto, quiere decir que te encuentras contratado por una empresa y que debes realizar determinadas tareas en un horario preestablecido.
Valor de tus servicios en el mercado
Consultar el valor de tus servicios en el país del cliente y quizás, empezar, cobrando el 50% menos.
Sería así: El promedio del precio de una consultoría SEO en Argentina es de 200$ y decides cobrar la mitad, es decir, 100$. Ya de allí en adelante hay que esperar la respuesta del cliente.
Capacitación y experiencia
Cuando eres un prestador de servicio, uno de los factores que te permitirán destacarte del resto es la calidad de atención al cliente, resultado de la interacción constante de dos factores: capacitación y experiencia.
Con capacitación hablamos de todos los cursos, tutoriales, diplomados, webinars, lives, blogging y demás fuentes de conocimiento que puedan servirte para seguir de cerca el funcionamiento de las diversas herramientas del marketing digital.
Ejemplo: La edición de un video tendrá un resultado y una duración muy distinta cuando la realiza una persona que se está iniciando a otra que ya tiene 5 o más años de experiencia. Y este ejemplo se puede aplicar a cualquier área.
Un benchmark o análisis de la competencia directa de una marca puede tomar un par de semanas o solo unos segundos, todo de acuerdo con la cantidad de recursos y herramientas con los que cuente el freelance, quien pudiera seguir la vía tradicional revisando cuenta por cuenta y tomando nota de sus conclusiones o usando Analyser Pro, una de las herramientas de análisis de perfiles sociales, gracias a la cual en menos de un minuto tendrá toda la data disponible y lista para hacer comparaciones.
En ambos casos faltaría la fase de análisis de la data recolectada y allí será la experiencia quien saldrá ganando.
Finanzas para dummies
Ya tenemos claro que ser freelance implica no tener jefes ¿Cierto? pues eso no es lo único que no se tiene. Tampoco tendrás seguro laboral, pago por vacaciones, reposos médicos o bonos para fin de año, lo que marca una nueva actividad en tu vida: manejo de finanzas.
Pero no hay nada que temer, si aprendes a planificarte puedes llegar a fin de mes y no estar corriendo para pagar tus deudas.
Una vez se hayan sumado todos los ítems de cada rubro, hay que aplicar esta fórmula:
Si el resultado es positivo se llamaría Ganancia y quiere decir que se está realizando una buena gestión, pero si es negativo entonces estás generando Pérdidas, lo que se traduce en deudas y la posibilidad de que en algunos meses ya no puedas seguir con ese ritmo.
Ahora, ya definidos tus ingresos mensuales, los cuales pueden cambiar a lo largo del año, debes destinar un porcentaje de esas ganancias para otras 3 acciones muy puntuales: mantenimiento de tus equipos, vacaciones e inversión en actualizar tus conocimientos.
Ahora queda otra pregunta, ¿Cuántas horas de trabajo necesitas para generarlos?
Si trabajas 8 horas al día, 5 días a la semana, serían 40 horas semanales y 160 horas al mes. Con el ejemplo anterior, si dividimos 1,000$ entre 160 horas, el valor de tu hora serían 6,25$.
Si quieres y puedes hacerlo, invertir menos horas y obtener los mismos resultados, entonces puedes aumentar el monto de tu hora, pero ya allí dependerá de tu experiencia.
Propuesta de valor
Pero ¿Cómo defiendo el valor de mi trabajo?
El segundo paso es ser firme en el precio de tus servicios, pero flexible con el presupuesto del cliente. Puede que suene contradictorio, pero si ya has establecido el valor de tu hora o el de cada servicio que prestas, puedes adaptarte con el monto que puede invertir tu cliente.
Ejemplo: Si tu valor por hora es de 10$ y el proyecto necesita 20 horas mensuales para realizar las acciones necesarias, el precio llegaría a los 200$. Pero el cliente responde que solo dispone de 100$ para ello.
Con este cambio de panorama, tendrías que evaluar si la mitad del trabajo, que corresponde a 10 horas de tu trabajo, podrías contribuir al crecimiento de su negocio, quizás a un ritmo más lento, pero igual encaminado hacia una meta.
Hasta aquí esta mega guía, revisa todos los puntos, tómate tu tiempo y establece el precio de tu hora de servicio. Después justifícalo y defiéndelo.